Capítulo 20. El descubrimiento

''Me preguntaron si me gustaría interpretar la obra y contesté:

 ¡No puedo, nunca he actuado en el teatro! Soy bailarina, 

nunca he hablado encima de un escenario. Y Colette 

me dijo que, siendo yo bailarina, podría hacerlo''

Audrey Hepburn

Audrey se encontraba participando en el rodaje de Americanos en Montecarlo ajena a que le llegaría la oportunidad de su vida. Durante la filmación en el hotel París, Audrey llamó la atención de Colette, una prestigiosa novelista que estaba hospedada en dicho lugar como huésped del príncipe Rainiero.

Colette junto a Anita Loos, una productora cinematográfica y guionista, planeaban adaptar Gigi para llevarla a Broadway.

Sidonie-Gabrielle Colette era una figura controvertida. Sus obras solían ser polémicas y con gran contenido sexual, las cuales firmaba con un único apellido, Colette.

Era una mujer controvertida, se había casado tres veces, había tenido muchos amantes (tanto hombres como mujeres), dedicó un tiempo a la poesía, a la pintura...Todo esto lo reflejaba en sus narraciones.

Por aquel entonces, Colette debía valerse de una silla de ruedas debido a su artritis, su marido Maurice Goudeket era quien la cuidaba. Esto no le impidió seguir escribiendo, ya que a pesar de que su estado físico no era el mejor, su mente seguía siendo vivaz y despierta y continuaba cosechando éxitos.

 En 1945 publicó Gigi, y tres años más tarde fue llevada a la gran pantalla. Ahora querían hacer una adaptación teatral de la cual se encargaba Anita Loos, sin embargo, el personaje principal, Gigi, debía ser elegido por Colette tal y como especificaba el contrato y además tenía que dar el visto bueno a la adaptación.

Sin embargo, lo que en un principio era una crítica a la sociedad francesa, acabó representándose como una obra inglesa más plana y cauta. Algo de lo que no se dieron cuenta, ni siquiera la propia Colette hasta que llegó a los escenarios.

Gigi trata de una adolescente parisina cuya madre, tía y abuela preparan para que acabe siendo la amante de un hombre adinerado, la cual consideran en las mejor manera de llegar a la vida de lujo. Para ello la instruyen aún cuando ella no está interesada en dedicarse a eso. Finalmente a Gigi le proponen matrimonio y acaba aceptando para espanto de la familia.

Ya se había realizado el casting para el reparto, sin embargo, el papel protagonista aún no estaba asignado a pesar de que se presentaron unas 200 chicas para hacer de Gigi.

El tiempo se les echaba encima y continuaban sin encontrar a la chica perfecta que encarnara a Gigi como Colette deseaba, fue entonces cuando el marido de esta envió un telegrama a Miller, el productor encargado de la obra, en él se leía ''No escojan a Gigi hasta haber leído mi carta''.

Esa carta llegó dos días más tarde del telegrama:

Colette y yo acabamos de ver a una joven actriz inglesa que interpreta un papel en una película que se está rodando en Montecarlo. Nada más verla Colette me ha dicho: ''Sería una Gigi perfecta''. Me gustaría que no eligieran a Gigi sin haberla visto. Creo que no tiene demasiada experiencia en los escenarios, pero es muy guapa y cuenta con esa chispa que el papel requiere.

Colette había visto a Audrey saltando mientras interpretaba su papel en Americanos en Montecarlo y le había parecido perfecta para hacer de Gigi desde el primer momento. 

''¿Qué autor espera encontrar a una de sus criaturas en carne y hueso? No yo y, sin embargo, allí estaba. ¡Aquella mujer desconocida era mi propia y absolutamente francesa Gigi hecha realidad! ''

Entonces, ella y su marido la invitaron ese mismo día. Cuando Colette le dijo a Audrey que quería que interpretara a Gigi en Broadway, ella educadamente declinó el ofrecimiento:

''Lo siento, madame, pero me es imposible. No podría hacerlo porque no sé actuar''

Tuvieron una charla distendida, hablaron de más cosas y Audrey leyó unos pasajes de la obra en voz alta. Al finalizar la reunión, Colette entregó a Audrey una foto firmada.

Para Audrey, el tesoro que encontré en la playa. Colette