18 de septiembre de 2013

Audrey y su amor por los animales

''Pienso que un animal, especialmente un perro, es posiblemente
 la experiencia más pura que puedes tener. Depende totalmente 
de ti y por ello es completamente vulnerable''
Audrey Hepburn

Audrey Hepburn adoraba a los animales y sentía especial predilección por los perros, por lo que tuvo varios a lo largo de su vida. Su raza favorita eran los Yorkshire Terrier, raza a la que pertenecía  Famous, que llegó a ser fotografiado por Richard Avedon y siempre solía estar presente en los rodajes.


 Sin embargo, Famey que era como lo llamaban los más cercanos, sufrió un atropello en Wilshire Boulevard lo que llevó a Audrey a odiar aún más la ciudad. Luego llegaría Sam y años después algunos más como Missy, Tuppy, Penny, Piceri y Jackie.


''Un bien muy preciado: mis perros. Estoy loca por ellos''

Durante el rodaje de Historia de una monja en El Congo, Audrey pidió que le llevasen a Famous. Cuando este llegó ella era todo alegría, el pequeño animal le ayudó a soportar la dureza de aquel rodaje. Juntos se paseaban por todas partes montados en una bicicleta.



''Todas las personas deberían tener un perro. Está demostrado que es bueno porque te obliga a pensar en él, cuidarlo, mimarlo y cuando eres viejo te hace compañía. Leí una vez una estadística en la que se aseguraba que había menos ataques cardíacos en la gente que tiene perros. Y no hay que olvidarse de que los animales dan mucho afecto''

La falta de cariño que había padecido durante su infancia la llevó a volcarse primero con los animales, en los que encontraba lo que ella necesitaba y posteriormente con sus hijos.



























''Paseo con mis perros y eso me mantiene en forma. Hablo con ellos y eso me mantiene cuerda. No puedo pensar en nada que me haga tan feliz como empezar el día con una cariñosa mascota, jugar con ella y abrazarla''

Tal era su pasión por estas pequeñas criaturas que llegó incluso a adoptar a Ip, el cervatillo de Mansiones Verdes y vivió en su casa durante un tiempo.
Durante el rodaje de Mansiones Verdes
Durante el rodaje de Mansiones Verdes








''Las últimas semanas había estado viviendo con un cervatillo muy joven...Se llamaba Ip y solía acercarse a ella y acostarse a su lado mientras ella se echaba una siesta. Existía un contacto real entre ellos, en el verdadero sentido de la expresión, algo que jamás había visto entre un ser humano y un animal salvaje'' Bob Willoughby, fotógrafo.

Durante el rodaje de Los que no perdonan, Audrey sufrió una caída cuando iba a lomos del caballo Diablo. Esta le rompió la espalda y provocó un posterior aborto ya que estaba embarazada durante el rodaje. Cuando se recuperó volvió al rodaje pero repudió la película durante toda su vida. Dicen que a pesar de todo lo que padeció, nunca culpó al caballo, a pesar de que podía haber quedado paralítica.





2 comentarios:

  1. Sin duda, las fotos más bellas de Audrey, siendo la única persona en el mundo que puede competir en ternura con un cervatillo recién nacido.

    Estas imágenes elevan el espíritu de las personas, tocando la fibra bondadosa de nuestros corazones, frase cursí pero no hay otra forma de expresarlo

    Muchos saludos.

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  2. Qué bonito post, yo citaría a Arthur Schopenhauer y su frase sobre los animales, en lo personal es de mis favoritas, de las mejores.

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