7 de mayo de 2013

Capítulo 2. Crecer ante la adversidad


''Hay un refrán holandés que dice: 'No te preocupes, 
pasará lo que tenga que pasar'. Yo creo en él''
Audrey Hepburn


En medio de los dramas familiares que iban sucediéndose, Audrey encontró su salvación en el ballet, el cual le reportaría grandes satisfacciones personales y profesionales en el futuro.


''Me enamoré de la danza. La amaba. Simplemente la amaba''


Sin embargo, se avecinaba un problema mucho mayor que el abandono de su padre. Joseph era un hombre ligado a la extrema derecha, que por aquel entonces era un grupo muy influyente que iba adquiriendo poder en los organismos del gobierno. Frecuentaba asambleas nazis, e inclusive en 1935, él y su esposa Ella almorzaron con Hitler, ya en mayo, volvieron a casa, habiéndose perdido el cumpleaños de Audrey.





Ella no era partidaria de la ideología de su marido, un motivo más que añadir para su separación. Él, despreciaba a judíos, católicos y gente de color, vivía de su esposa y rara vez trabajaba, de hecho, algunos comentan que Joseph acabó con la herencia de Ella.

El clima político se caldeaba con la invasión nazi de Polonia y la posterior declaración de guerra de Gran Bretaña a Alemania en 1939.

La madre de Audrey, preocupada por su seguridad en Londres, rogó a Joseph que dejara marchar a la niña a Holanda, país neutral durante la I Guerra Mundial. Tuvieron suerte, el suyo fue uno de los últimos vuelos que saldrían a Holanda desde Gran Bretaña.

Ya seguras en la mansión del barón, Audrey se sintió aliviada por volver a estar en casa, si bien es cierto, que le costó adaptarse a la nueva situación, además, encontraba dificultades para expresarse en holandés ya que debido a su estancia en el internado, el inglés se había convertido en su primera lengua. Esto le ocasionó algunos problemas al ingresar en la escuela.

''La primera mañana en la escuela, me senté en mi pequeño banco, completamente desconcertada. Durante varios días llegué a casa llorando, pero sabía que simplemente no podía darme por vencida. Me ví forzada a aprender el idioma deprisa. Y lo hice''

Mientras tanto, su padre, fue internado en la isla de Man como muchos otros fascistas. No estaba demostrado que apoyase al régimen o estuviera de acuerdo con el Holocausto, sin embargo, el mero hecho de haberse fotografiado con Hitler era motivo suficiente para ser castigado sin juicio previo.

En Arnhem, Audrey crecía como una niña normal ajena a lo que estaba por venir. Su madre la apuntó al conservatorio de música de danza . Esto fortaleció su autoestima y le permitió seguir soñando con convertirse en una gran bailarina.






Todo parecía transcurrir con normalidad, de hecho, los holandeses no temían por esa 'broma de guerra', pero el 10 de mayo de 1940 el ejército de Hitler invadió  la neutral Holanda.








Si te ha gustado esta entrada puedes darle a +1 o compartir en Facebook o Twitter .
También puedes dejar tu comentario 

2 comentarios:

  1. Me estoy enterando de muchísimas cosas y eso que sólo has escrito dos posts! Qué pasó después? :O
    Muaac,
    rockbellgoeswild.blogspot.com.es

    ResponderEliminar

¡¡Gracias por comentar!! :)

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...