29 de mayo de 2013

Capítulo 8. Comenzando una nueva vida

''Había pasado los años de guerra privada de alimentos, dinero,
 libros, música y vestidos y comencé a compensarlo comiendo 
todo cuanto veía, en especial chocolate.
 Me puse gorda y fea como un globo''
Audrey Hepburn


Con la liberación, la vida les había dado una nueva oportunidad, pero debían empezar desde cero, sin hogar, dinero ni propiedades de valor, Audrey y su madre tenían que decidir dónde se instalarían a partir de ahora.
Decidieron mudarse a Amsterdam, donde había un hospital para atender a los enfermos y heridos. Se necesitaban voluntarios y ellas se prestaron a esa labor.
Allí, no sólo atendían a los pacientes, sino que también les leían o escribían cartas.

1946

Uno de los muchos a los que sirvió Audrey era un paracaidista inglés llamado Terence Young. Tenía unos treinta años y estaba postrado en la cama como consecuencia de su participación en la batalla de Arnhem.
Finalmente se recuperó y acabó rodando una película sobre los acontecimientos de 1944, Men Of Arnhem. Este sería el primer film que dirigiría Terence Young.

En 1946, decidieron acabar con su voluntariado y Ella comenzó a trabajar de cocinera para poder pagar el alquiler de su pequeños apartamentos. Todo lo ocurrido no había disipado el mayor sueño de Audrey y seguía pensando en que quería convertirse en una bailarina de renombre.
Fue gracias a su antigua profesora, Winja Marova, que Audrey pudo continuar con sus estudios de ballet. Esta la recomendó a Sonia Gaskell y la incluyeron en el Balletstudio 45, que estaba situado dos pisos por encima de donde vivía Audrey con su madre.
Sonia Gaskell, profesora de Audrey, quien en 1961 fundaría el Ballet Nacional de Holanda junto a Rudi van Dantzig

Audrey se dedicaba en cuerpo y alma a sus lecciones de ballet, daba siempre su máximo y eso lo percibían quienes la veían. Una compañera de baile comentaba:

''Bailar lo era todo para Audrey. Era capaz de hechizar a un auditorio y subjugarlo. Había poesía y movimiento en cualquier cosa que tocaba''

Pero no sólo se contentaba con ser bailarina, además quería coreografiar, algo que ya había hecho durante la guerra en los espectáculos que ofrecían a la resistencia.
Gaskell pudo ver toda esa pasión y le entusiasmaba disponer de una bailarina tan entregada, sin embargo le preocupaba el estado físico en el que Audrey había quedado tras la guerra. Ella era delgada pero ahora lo estaba aún más y a pesar de haberse recuperado casi por completo, no gozaba de mucha energía y su tono muscular era bajo. Esto unido a que sus diecisete años era una edad avanzada para iniciarse en el mundo del ballet, no le auguraba un futuro prometedor como bailarina.


Ese verano, Audrey sufrió su primera depresión, acumulaba demasiadas desgracias para su poca edad y no era capaz de hacerles frente. Había luchado a más no poder pero el mundo se empeñaba en no hacer justicia a su esfuerzo y le ponía obstáculo tras obstáculo. Dormía mucho y comía más, estaba triste y no era la chica jovial de antes. Su madre, era su mayor ejemplo, una mujer fuerte que con coraje había conseguido salir adelante, pero Audrey carecía de algo muy necesario, el afecto y eso hacía que no encontrara las fuerzas suficientes para continuar.
Esto le provocó insatisfacción consigo misma, y como ella misma declararía más tarde:

''A menudo me he sentido deprimida  y descontenta conmigo misma. Incluso podría decirse que durante algunas épocas me odiaba bastante. Me veía demasiado gorda, demasiado alta o demasiado fea. Me sentía incapaz de afrontar mis problemas o de tratar con la gente que me encontraba''

El 3 de Abril de 1946 salió a la luz El Diario de Anna Frank,

''Leí el Diario de Anna Frank cuando salió y me quedé destrozada. ¡Me sentí muy identificada con aquella pobre niña que tenía mi misma edad!''


Pese a todo esto, Audrey supo gestionar esas amargas experiencias y valoró la oportunidad que la vida le estaba brindando. Había corrido mejor suerte que muchos, la similitud de su historia con la de Anna Frank le hizo mucho daño pero también le abrió los ojos y le hizo ver lo afortunada que había sido.

Por sus continuas comilonas, ese año Audrey alcanzó los sesenta y ocho kilos, y si bien eso no era un peso extremadamente exagerado, era demasiado para ella y más si quería ser bailarina, por lo que le era imprescindible adelgazar. Lo consiguió, se estableció en cincuenta y cinco kilos, el peso que tendría durante toda su vida. Se esforzó tanto en bajar de peso debido a que Sonia Gaskell había hablado con su madre Ella y le había comentado la posibilidad de cursar estudios avanzados de ballet en una prestigiosa escuela de Londres.

Sonia se marcharía posteriormente a Estados Unidos y ellas debían decidir si tomaban la oportunidad de viajar a Inglaterra y comenzar desde cero una vez más...



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6 comentarios:

  1. Bien! Ya se empieza a ver la luz al final del túnel. No voy a perderme ni un capítulo más ^^
    Un beso!

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    1. Pues sí, pero no por ello va a dejar de haber sorpresas...Ya lo verás :)

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  2. Es muy interesante la vida de Audrey ; yo tengo el libro de Donald Spoto y de vez en cuando lo releo. Fue una gran mujer, no sólo lo que vemos en imágenes.Bsinss, Sonia:)

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    1. Aún queda mucho por descubrir, más adelante haré sugerencias de libros que tratan sobre ella, lo mismo te animas a leerlos. Un beso!

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  3. esta muy interesante esto, son cosas que no tenia ni idea. Me gusta!!. Sigue con más capítulos =) Muaak.

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  4. Me alegro de que te esté gustando :)
    Esto sólo acaba de comenzar, me queda mucho por contar
    un beso!

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