13 de mayo de 2013

Capítulo 4. Todo por la resistencia

''Quedarnos sin comida, temer por la propia vida, 
los bombardeos...todo ello me ha hecho valorar 
la seguridad y la libertad. En ese sentido, mis
 malas experiencias se han convertido
 en un aspecto positivo de mi vida''
Audrey Hepburn



Durante las funciones negras, además de dinero, el público asistente le daba a Audrey y al resto de compañeros pequeñas notas de papel que éstos guardaban en sus zapatos y que entregaban a la resistencia.
Se trataba de un plan perfecto para pasar información relevante o dinero a sus compatriotas rebeldes, ya que nadie sospecharía de unos niños. Sin embargo, no hemos de pasar por alto el peligro que esta actividad entrañaba, ya que en el caso de ser descubiertos no tendrían posibilidad alguna de sobrevivir.





''Era de lo más normal que los niños holandeses se arriesgaran a morir para salvar la vida de los miembros de la resistencia''

1940.Audrey disfrazada para una función

Las clases de ballet inculcaron a Audrey una fuerte disciplina que le serviría para soportar mejor las penurias de la guerra, entre ellas, la escasez de alimentos.

''No creo que haya en el mundo nada con tanta determinación como un niño que persigue un sueño, y yo tenía más ganas de bailar que miedo a los alemanes''
 
Conforme pasaban las semanas, cada vez había más soldados alemanes en la zona y por tanto, aumentaron las necesidades y exigencias de éstos, lo que se tradujo en una disminución de víveres y demás recursos de los ciudadanos. Y llegó el frío, y con él otro problema a sumar a la lista, las reservas de carbón eran mínimas y sólo se permitía calentar una habitación por casa, esto acabó duplicando la mortalidad infantil.

En octubre, comenzó el registro de ascendencia obligatorio para todos los ciudadanos holandeses con el fin de identificar a los judíos. A éstos 140.000 se les confiscaron bienes y los profesores y funcionarios fueron despedidos de sus empleos. El año se cerró con la prohibición a los judíos de frecuentar espacios públicos como teatros, hoteles o parques.



En febrero de 1941, tuvo lugar la primera protesta contra las intenciones de Hitler de aislar a los ciudadanos judíos, los transportes dejaron de funcionar y las empresas cerraron. Contó con el apoyo de muchos holandeses pero no se pudo evitar que se saldara con el arresto de cientos de manifestantes y huelguistas, nueve de los cuales fallecieron y dieciocho fueron ejecutados más adelante. Esto enfureció a Hitler que prohibió los periódicos y radios a excepción de una emisora de propaganda alemana. La respuesta de los holandeses fue la creación de miles de diarios clandestinos.
Audrey y más voluntarios, en su mayoría niños, repartían panfletos animando a la resistencia.

''En una ocasión tuve que intervenir y repartir nuestro minúsculo periódico clandestino. Introduje los ejemplares en mis calcetines de lana, en mis zapatos de madera, monté en mi bicicleta y los repartí''


Un día, un pelotón de soldados alemanes pusieron en fila a todas las mujeres y niñas que veían y las obligaron a subir en camiones.
 


''Lo único que recuerdo con claridad es que yo no dejaba de repetir en holandés: Padre nuestro que estás en los cielos...''

El camión donde iba se detuvo y algunos soldados alemanes comenzaron a agredir a aquellos marcados por la estrella que les obligaban a llevar en la ropa.

''Recuerdo que oí el ruido sordo de la culata de un fusil golpeando el rostro de un hombre. Entonces salté del camión, me puse a cuatro patas y me escabullí bajo las ruedas confiando en que el conductor no me viera. Y no me vio''

2 comentarios:

  1. Qué historia más dura... El mundo clandestino conocido desde tan joven.

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    Respuestas
    1. Todas las dificultades que padeció durante su infancia harán de ella una magnífica persona con unos valores envidiables.

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