Capítulo 6. Luchando por sobrevivir

''Lo perdimos todo pero lo que importaba era seguir con vida''

Audrey Hepburn

Ese invierno, la población holandesa fue muriendo de hambre, ya que los víveres se reservaban para las tropas alemanas. Entonces tuvo lugar la Operación Market Garden, que fue el primer intento de liberación holandesa. Esta tuvo éxito en cuatro de los cinco puentes  de las ciudades, que fueron tomados por paracaidistas a los que se sumaron los refuerzos de los aliados.

Sin embargo, encontraron una fuerte oposición en las calles y cayeron muchos soldados holandeses. La población civil hizo todo lo posible por colaborar con sus salvadores aumentando así el número de bajas. Al finalizar la Operación Market Garden, se contabilizaron más de 17.000 bajas de soldados y al menos 5.000 de civiles.

Los alemanes ordenaron desalojar la ciudad, amenazando con disparar a todo aquel que se negara a hacerlo.

Al vivir en Velp, a las afueras de Arnhem, fueron testigos de la huída y no se vieron sometidos al éxodo.

Acogieron en su casa a unos cuantos, entre ellos niñas, a las que Audrey quiso enseñar ballet para que pudieran aislarse de las dificultades que estaban padeciendo. Así, su abuelo, instaló una barra en una de las habitaciones y ella comenzó a dar clases, inclusive  tenía un gramófono que le permitía disponer de música para las lecciones. Finalmente, los alemanes ordenaron que los refugiados fueran expulsados.

1944

''Fue insoportablemente duro tener que echarlos en medio de la fría noche''

Ya casi no tenían nada que llevarse a la boca,  la supervivencia se hacía cada vez más complicada...

''Entonces alguien llamó a la puerta y entró un miembro de la resistencia con un poco de comida enlatada para nosotros. Más tarde nos enteramos de que habían dejado cajas de alimentos en todos los hogares donde los alemanes habían tomado rehenes para fusilarlos''

Pero esos suministros no duraron mucho...

''Nos manteníamos con una rebanada de pan hecho de cualquier cereal y un plato de sopa aguada elaborada con una sola patata''

''Los que lo soportábamos seguíamos con vida y si seguíamos con vida es que no estábamos muertos''

 Audrey adelgazó hasta los cuarenta y cinco kilos, lo que era muy poco para su metro setenta de altura, sin comida no podrían continuar luchando.

''Vivíamos como bajo una campana, sin nada que hacer, sin noticias, sin libros ni jabón; sin embargo, aquello no era nada comparado con el horror cotidiano...Durante bastante tiempo lo único que teníamos para comer eran bulbos de tulipán.

Un incesante flujo de refugiados expulsados por los nazis de la ciudad se presentaba en casa en busca de abrigo y comida. Era la miseria humana en su peor expresión: masas de refugiados en los caminos, miles de personas que se morían de hambre. Durante un tiempo acogimos a unas cuarenta personas, pero como no teníamos nada para comer tuvieron que marcharse.

Entonces, la mañana del 24 de diciembre, mi tía viuda nos comunicó que no quedaba ni una migaja comestible. Yo había oído decir que si uno dormía se olvidaba del hambre. Pensé que podría pasar la Navidad durmiendo, aunque primero tenía que subir por la escalera hasta mi habitación. Lo intenté, pero no lo conseguí porque estaba demasiado débil. Se me había hinchdo las piernas, estaba desnutrida y tenía tan mal color a causa de la ictericia que mi madre llegó a temer que muriera de hepatitis''

Audrey pasó meses muy delicada y tuvo que dejar de asistir y dar clases de ballet. Estas clases proporcionaban unos mínimos ingresos a la familia.

Meses antes, en su última actuación en el teatro municipal de Arnhem, Audrey recibió su primera crítica en un diario:

''Parece poseída por una auténtica pasión por la danza y tiene un notable dominio de la técnica''

Lo que no sabían es que su sufrimiento estaba a punto de terminar...

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